Santiago Caputo contuvo a Espert en medio del escándalo y crece la tensión interna en el Gobierno

José Luis Espert volvió este jueves a la Casa Rosada en el momento más crítico de su corta carrera política. Pasado el mediodía, el diputado y candidato libertario ingresó con sigilo a Balcarce 50, rodeado de colaboradores que le marcaban el paso y sin detenerse a responder a la prensa acreditada. Subió directo al primer piso, al Salón Martín Fierro, donde lo esperaba Santiago Caputo, el asesor presidencial más influyente y arquitecto de la estrategia oficial. En la mesa también estaba Tomás Vidal, socio fundador de la consultora Move y uno de los cerebros de la campaña libertaria.
La cita duró apenas una hora. Según pudo saber elDiarioAR, Caputo desglosó los próximos pasos de la campaña y le pidió a Espert reducir al mínimo el margen de error. El encuentro fue leído como un gesto de contención luego de la accidentada defensa televisiva de la noche anterior en A24, donde el economista evitó responder con claridad sobre el supuesto pago de US$200.000 recibido del empresario detenido por narcotráfico Federico “Fred” Machado, tal como Sebastián Lacunza reveló en este medio el domingo pasado. En la Rosada todavía se preguntan cómo Espert pudo esquivar lo obvio. “Tenía que decir que no”, fue la frase que se repitió en distintos despachos con una mezcla de sorpresa y enojo.

La incomodidad atravesó a todo el Gabinete y derivó en una presión pública poco habitual. Patricia Bullrich, al igual que ayer, fue la primera en marcar la cancha: advirtió que el diputado debía “volver a los medios y contestar” porque el narcotráfico es su bandera y no podía mirar para otro lado. Guillermo Francos, siempre más medido, reforzó esa línea y dejó en claro que el episodio no podía minimizarse.
“No es una situación menor en medio de una campaña electoral y obviamente está siendo utilizada en ese sentido como varios temas que han sido utilizados”, sostuvo el jefe de Gabinete en AmCham. Y añadió, en referencia directa a Espert: “Yo no creo que tenga que dar un paso al costado, salvo que diga que tiene algún tipo de responsabilidad. Él tiene que dar una explicación que tiene que ser clara para la opinión pública y salir de esta situación”.
La presión pública de dos de las figuras más determinantes del gabinete marcó el contraste con la posición presidencial. Javier Milei desestimó las denuncias como “una operación berreta” de Juan Grabois y definió que no correrá a su candidato de la campaña. Por el contrario, Espert continuará con las recorridas proselitistas previstas y se seguirá mostrando en los actos venideros.

El primero de esos gestos llegará esta tarde en el Complejo Penitenciario Federal N°1 de Ezeiza, donde Milei encabezará la presentación del proyecto de reforma integral del Código Penal. Allí, junto a Bullrich y al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se espera que Espert se muestre con el Presidente en lo que será leído como un espaldarazo personal. El respaldo se repetirá el lunes en el Movistar Arena, en la presentación del nuevo libro de Milei.
La paradoja es evidente: mientras el Gabinete rechaza sostener a Espert, Milei lo defiende con vehemencia. “Si yo creyera que alguno está sucio, lo hubiera echado”, dijo el mandatario anoche durante una entrevista con Radio Mitre. El respaldo presidencial no sólo desafía las presiones internas, sino que reactualiza una vieja herida: Espert fue motivo de disputa en el cierre de listas entre el Presidente y su hermana Karina. Hoy, esa tensión vuelve a asomar, pero con un agregado: la contención de Caputo al candidato lo convierte en actor decisivo en la pulseada de poder que atraviesa a la mesa chica libertaria.

Tire y afloje
La tensión interna, sin embargo, es inocultable. En el oficialismo reconocen que Espert se quedó sin apoyos más allá del Presidente. Nadie salió a defenderlo en público, salvo Lilia Lemoine, que en redes sociales denunció una operación pese a que meses atrás había vinculado al economista con el narcotráfico. El resto eligió el silencio o directamente dejó trascender que la candidatura bonaerense sería más competitiva sin Espert en la boleta.
El caso tiene un agravante institucional: Espert preside la Comisión de Presupuesto y Hacienda en Diputados, un rol central en la discusión económica. Desde Unión por la Patria ya reclamaron su remoción inmediata tras la investigación de elDiarioAR, y en los pasillos del Congreso crece la idea de que el oficialismo enfrenta un flanco delicado que va más allá de la campaña.
En este tablero, la figura de Santiago Caputo emerge reforzada. La reunión con Espert lo mostró como el sostén político del candidato en caída libre, pero también como el dirigente que, en paralelo, fortalece su estructura propia. Ayer, en el Salón de los Próceres de Casa Rosada, el dirigente Lucas “Sagaz” Luna reunió a los referentes distritales de Las Fuerzas del Cielo para organizar la militancia que escoltará el ingreso de Milei en el Movistar Arena. Allí aseguraron que podrán movilizar 15.000 personas para el show político del lunes. Estuvieron presentes referentes de Quilmes, San Martín, Ituzaingó, La Plata, Florencio Varela y Las Heras, además de Leila Gianni, de La Matanza, cada vez más alineada con el dispositivo de Caputo.

La simultaneidad de ambas escenas expone el doble juego que atraviesa hoy la estrategia libertaria. Mientras buena parte del Gabinete se resiste a sostener a un candidato que consideran “indefendible”, el consultor todoterrreno se mueve para blindarlo y, al mismo tiempo, proyecta su poder político hacia el territorio.
Esta semana, el tablero se complejizó aún más con un dato de alto voltaje político: el reencuentro entre Javier Milei y Mauricio Macri. El acercamiento, que se venía tejiendo en silencio, tuvo un prólogo discreto el jueves pasado en un evento diplomático y se consumó el domingo en la Quinta de Olivos, en un encuentro del que solo se enteraron unos pocos. La reunión fue reservada al extremo: ni siquiera Santiago Caputo sabía de antemano que su jefe se vería cara a cara con el expresidente. Desde ambos lados ya anticipan una nueva cita Milei–Macri en los próximos días, esta vez con una novedad: Karina Milei también sería parte del cónclave.

El líder amarillo quiere trasladar en persona su lista de reclamos y sugerencias. La incógnita es cómo se parará la secretaria general de la Presidencia frente a esa avanzada sobre el espacio que disputa con Caputo. No faltan quienes delizan la posibilidad de que Karina y Macri encuentren un punto de coincidencia en su desconfianza hacia el gurú presidencial.
A un mes de las elecciones, la escena deja expuesto que la tensión no es solo con la oposición. El caso Espert se transformó en catalizador de algo más profundo: la guerra fría entre Karina Milei y Santiago Caputo. En ese duelo soterrado, el Presidente intenta equilibrar sin romper, reparte gestos y espacios para mantener a todos contenidos y posterga definiciones de fondo. Pero la interna ya no se esconde: se libra en el corazón mismo del poder libertario y amenaza con marcar el rumbo de la campaña y del Gobierno después de octubre.
PL/MG
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