La primavera ha venido nadie sabe cómo ha sido

“El verano se nos escurrió de las manos” cantaba presciente Katherine Priddy. “The Summer Has Flown” es el último de los diez temas de su primer disco. The Eternal Rocks Beneath salió en junio, pero antes del solsticio, antes del crepúsculo de la primavera boreal. Tanto más atrás, más de veinticinco siglos antes, con los medidos versos de la epopeya griega Los trabajos y los días había nacido una poesía nueva en Occidente, realista, antiheroica, que se resignaba a la vida cotidiana cuyos rigores y exigencias cantaba. No todo se perdió del campesino famélico que era el poeta Hesíodo, porque perdura en el folk delicado y aristocrático de la música de Priddy. Tradicionalistas, sus voces no dudan de dos certezas, que hay un fin para la línea de la vida pero que no lo hay para el ritmo circular de las cuatro estaciones anuales. Esta semana con la Asamblea General de la ONU en Nueva York y las venideras con la Cumbre del Clima en Glasgow parecen arrebatarnos la certidumbre de la regularidad de las leyes de la naturaleza, y dejarnos a solas sólo con el lugar común la muerte. La depredación, explotación e indiferencia humanas nacidas de un cambio climático autoinfligido estropean nuestra verde esperanza en un limpio, nítido, redondo, confiable ciclo estacional que añora esta décima vuelta de las diez vueltas de la semana de colores de cada transporte de El 🌍es azul como una 🍊

Canción de otoño en primavera. Así como caen y se suceden las generaciones de las hojas, también las de las sociedades, y este otoño boreal promete caídas para la derecha occidental. En Alemania, the Summer has flown para la canciller Angela Merkel y dieciséis años de democracia cristiana al frente del poder: en las elecciones generales del domingo, todo parece indicar que la socialdemocracia le será preferida. En Japón habrá cambios, también hacia la izquierda de su centro inamovible, o nunca movido; en EEUU, en China, potencias rivales sin cambios de gobernantes, Winter is coming; en América Latina la primavera vino fría, con enfriamiento de los ánimos para la coalición gobernante en Argentina por los gélidos resultados (para el oficialismo) de las primarias, con una catástrofe humanitaria para los migrantes de la crisis política, económica y sanitaria agravada en Haití.
El juez y su verdugo. Cada día luce peor que ayer pero mejor que mañana para los 11 millones de personas de la población haitiana. Aunque en Haití algunas jornadas sean muchas, demasiadas veces peor que la precedente. Como la noche de julio en que asesinaron al presidente Jovenel Moïse. A esa fecha siguió la jura de un nuevo jefe de gobierno, el médico Ariel Henry. Y después siguieron, en este orden, un terremoto y un huracán que causaron dos mil muertes. El nuevo gobernante, que en los hechos lo es, como su asesinado predecesor, sólo en la cicatera medida en que puede gobernarse un territorio cuyas parcelas se disputan bandas armadas de señores de la guerra enemigos. está entre los indagados por la muerte de Moïse. Está sospechado de haber preparado o encubierto la organización del pelotón de mercenarios colombianos contratados en Miami que irrumpió en el dormitorio de la residencia presidencial y acertó doce disparos convenientes (para Henry) y mortales (para Moïse), que esa misma mañana había firmado el último decreto útil (para Henry), su nombramiento como primer ministro. Por lo pronto, siempre conveniente en su actuar, el premier logró que el fiscal que lo vinculaba con el crimen no ejerza más ese cargo. Henry cuenta con el apoyo incondicional que la administración en Washington está dispuesta a prestar al statu quo, y Henry a su vez apoya las medidas de Washington, aun la repatriación forzada de miles de migrantes que le traen y abandonan en el asfalto del aeropuerto de la capital Port-au-Prince vuelos de carga salidos de la frontera sur de EEUU.
El blur y el zoom. Si el cambio climático agrede y blurrea la regularidad previsible de las estaciones nacidas de la inclinación del eje terrestre, la pandemia pareció inmovilizar al planeta, frenarlo como si ya no girara. Los grandes momentos de la historia suelen poner al mundo en movimiento, pero el coronavirus lo ha congelado. La lucha contra el contagio depende poco de que hagamos algo (aparte de vacunarnos) y mucho de que no hagamos nada. En lugar de unirnos para enfrentar un desafío común, nos mantiene separados, y cada hogar que puede permitirse tal lujo, se refugia detrás de su propia puerta sellada. Una experiencia encapsulada en las connotaciones cambiantes de zoom: un término que alguna vez invocó velocidad y cercanía ahora evoca inmovilidad y distancia. No es casual que esta semana en la Asamblea General de la ONU, la pandemia haya sido el tema favorito de reyes, presidentes, primeros ministros y jefes de Estado. Nadie dejó de señalar su importancia histórica, nadie se privó de felicitarse o justificarse por su gestión epidemiológica, ni de recomendar al resto de los países asistentes el aprender las lecciones que habían aprendido. El presidente de EEUU dijo que la pandemia iba a probar al mundo que su país había recuperado su liderazgo, y que era beneficiosa para demostrar su generosidad, porque cada dosis que iban a regalar a países pobres -insistió: sin pedir nada a cambio- era “una dosis de esperanza” para quienes la necesitaban. El presidente de Irán, en cambio, lució descreído de la generosidad y comunicó que el agravamiento de las sanciones durante la pandemia había constituido “un crimen de lesa humanidad”.
Para una isla no hay nada mejor que otra isla. Palaos es uno de los Estado más jóvenes del mundo y uno de los menos poblados. Este país insular en Oceanía se independizó en 1994 de EEUU y tiene 20 mil habitantes. Su presidente dedicó los preciosos y reducidos minutos que disponía al encomio de un país -así lo llamó- que no estaba en la Asamblea pero al que la República de Palau debía su inmunización total contra el Covid-19: Taiwan. Y pidió que se le restituyera a China Nacionalista la banca de la que se le había privado cuando primero EEUU y después el resto de las potencias occidentales reconocieron a las autoridades comunistas de Beijing en China continental como el legítimo gobierno chino. Desde entonces, la República Popular China considera a la isla de Taiwan como una isla rebelde. Esta semana, fuentes de los medios europeos y asiáticos sugerían que que China está más cerca de de invadir Taiwán de lo que lo ha estado en décadas. La naturaleza potencial y el momento de cualquier conflicto se debaten acaloradamente, al igual que la participación de otros países en apoyo de Taiwán. Después de décadas de modernización militar china y un repunte significativo de actos agresivos o intimidatorios en los últimos 18 meses, existe una creciente preocupación sobre la capacidad de Taiwán para defenderse. Taiwán inauguró una segunda línea de defensa, y el gobierno de Taipei dispuso que los civiles empezaran a entrenarse para resistir la invasión.
Beijing no cree en las lágrimas. El Banco Central Chino ha declarado ilegales todas las transferencias en criptomonedas este viernes. Todas las transacciones relacionadas con las criptomonedas, ya sean a través de Bitcoin, Ether o Cardano, así como el resto de divisas basadas en la tecnología de cadena de bloques pasan a ser consideradas actividades financieras ilícitas. El país más capitalista del mundo rindió así un homenaje furtivo al materialismo que oficialmente profesa el Politburó comunista: no hay signo monetario virtual, cuyo valor no pueda remontarse a un signo monetario con existencia física previa.
El Salvador se la cree. En las antípodas de China, El Salvador fue el primero país del mundo en legalizar al bitcoin como segunda moneda legal oficial. Una gran ventaja que espera del bitcoin el presidente salvadoreño Bukele es su potencial para liberar a la diáspora salvadoreña en EEUU -casi un tercio de su población- del pago de tarifas usurarias o siempre muy elevadas que cobran las empresas de envío internacional de dinero. El máximo máximo diplomático estadounidense en El Salvador, colocó a la nación más densamente poblada de Centroamérica en la pendiente hacia abajo de “un declive de la democracia”. a raíz de que Bukele, que tiene mayoría en el Congreso, reemplazó a los cinco miembros de la sala constitucional de la Corte Suprema y al Fiscal General. A diferencia de Biden, que desactivó sus cuentas de Twitter y Facebook en los primeros tiempos de su presidencia, Bukele es un virtuoso del lenguaje de las redes sociales, y en respuesta a la indignación del embajador Manes cambió su perfil en Twitter a “el dictador más cool del planeta”. Para un auténtico dictador, el bitcoin, resbaladizo y esquivo a los controles totales, significaría una renuncia de poder como aquella a la que Beijing no está dispuesto.
Gigantes egoístas. Este otoño chino puede resultar fatalmente inolvidable por la caducidad y derrumbe de una las empresas más grandes del mundo. Si la empresa inmobiliaria china Evergramde se hunde bajo su deuda de U$S 300.000 millones, su fracaso resonaría en toda la economía global. Fundada por el ex ejecutivo siderúrgico chino Xu Jiayin en el sur de China en 1996, Evergrande es ahora el segundo mayor desarrollador inmobiliario del país más poblado del mundo. Sus negocios van desde la promoción inmobiliaria hasta la gestión patrimonial y posee el equipo de futbol más grande: el Guangzhou FC. Xu tiene una fortuna personal de alrededor de U$S10.600 millones. El problema por el cual hoy Evergrande peligra sobrevino después de años de expansión desenfrenada durante los cuales sus deudas crecieron junto con su tamaño y activos. Pero también es víctima del enfoque cambiante de Beijing para administrar la gigantesca economía de China. El colapso de Evergrande podría parangonarse con un Lehman Brothers de dimensiones instantáneas y planetarias. El colapso de las subprimes en 2008 dejó sin respuesta el final de la segunda presidencia de Bush, y colapsó las iniciativas humanitarias de la flamante presidencia Obama en 2009.
El cielo es verde y amarillo como una bandera. El presidente brasileño aprovechó su discurso en la ONU para reivindicar su gestión de la pandemia por la cual está siendo investigado en Brasilia por una comisión especial del Senado. También enfrenta ofensivas judiciales y un pérdida o desplazamiento de sus bases de apoyo en las ciudades. Pero la economía está mejorando a niveles pre-pandemia, y siguen todavía lejos, en octubre de 2022, las elecciones que las encuestas dicen que si fueran hoy ganaría por goleada su rival el ex presidente petista Lula. Y aunque sin orden, el Brasil progresa, incluso en dominios de lucha contra el cambio climático. Los cielos sobre la ciudad más grande de América Latina serán testigos de una revolución aeroespacial futurista después de que la aerolínea de bajo costo brasileña Gol llega a un acuerdo para llevar pasajeros por São Paulo en cientos de taxis aéreos eléctricos de bajo costo y cero emisiones. Slattery, de la firma Avolon con sede en Dublín, que recientemente hizo un pedido de 500 de los aviones a su fabricante británico, admitió que los helicópteros eran “el dominio de los ultra ricos”. En ninguna parte eso es más cierto que en la capital económica de Brasil, donde los súper ricos de América del Sur los han utilizado durante mucho tiempo para viajar entre propiedades de playa de lujo, ranchos y complejos rigurosamente vigilados.
La Argentina de Estados Unidos. Sin el disgusto amargo que los resultados de las primarias causaron al oficialismo argentino, los resultados de las elecciones generales convocadas por el oficialismo canadiense no les gustaron a los progresistas gobernantes del país. El Canadá es otro caso de asentamiento estacional de la centro-izquierda política. El Partido Liberal del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no fue derrotado, sino que se impuso en las elecciones. Pero no llegó a ganar la mayoría legislativa. Que era el único motivo por el que había adelantado, con ilusiones ahora perdidas, la fecha de la convocatoria electoral.
Verás que también puede nevar en primavera y que en la primavera las nieves son más frías, escribía en verso Pablo Neruda. Este sábado es el aniversario del entierro del poeta chileno el 25 de septiembre de 1973. Menos de dos semanas después del golpe de Estado del 11 de septiembre que derrocó al presidente socialista Salvador Allende, ya los grupos que acudieron al cementerio hicieron del sepelio una acción de protesta contra la recién llegada dictadura pinochetista. Faltan menos de dos meses para las elecciones, y esta semana fue el primer debate televisado entre presidenciables. Un resultado se puede anticipar sin resquicio para el titubeo: en noviembre va a ganar la izquierda, una izquierda más a la izquierda que la del legalista socialismo victorioso en 1970.

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Sobre este blog

Un resumen semanal de política internacional a cargo de nuestro responsable del área de Mundo, Alfredo Grieco y Bavio. Serán diez puntos geográficos para pensar nuestro presente cada vez. Vías de acceso a una realidad que excede por mucho las fronteras de la Argentina.

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Alfredo Grieco y Bavio

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